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viernes, 12 de abril de 2013

Molix Fioretto FSM-732RFS

Detalles de la caña.
Como muchos ya sabréis, la marca Molix acaba de lanzar al mercado (si aún no están disponibles en las tiendas, lo estarán dentro de muy poco) una nueva serie de cañas. Fioretto cuenta con una gama de cañas para todo tipo de pesca con señuelos, desde el modelo para spinning más pesado hasta uno de rockfishing, además de las de agua dulce.

He tenido el placer de probar, una de las primeras cañas que han fabricado para rockfishing, la Molix Fioretto FSM-732RFS. La vara es de punta sólida y acción “extra fast”, con un cw de hasta 5g. Lleva portacarretes Fuji y anillas Fuji K, mango en EVA y unos acabados realmente buenos y bonitos, la serie de agua salada es de colores negro y rojo, con un diseño muy agradable a la vista.









Una preciosa maragota a vinilo (RA Shad 2").
Es una caña perfecta para la pesca con vinilos y cabezas plomadas, al ser de punta sólida tiene una sensibilidad brutal, podemos notar en la mano cada obstáculo con que se topa nuestro señuelo, a la par que las picadas, lo que nos permite enrocar mucho menos y clavar mucho mejor.

Con ella también podemos manejar cómodamente todo tipo de señuelos que no superen los 4g o 5g y no hagan una gran resistencia. Aunque también por circunstancias de la pesca he lanzado hasta 10g con dicha caña sin demasiados problemas, sólo que a la hora de mover señuelos tan pesados relativamente, nos costará un poco moverlos.










Primer plano de un sargo que mordió un RA Shad de 2", un fantástico señuelos los días en que están difíciles.

No es un pez gigante, pero sin duda los meros son grandes luchadores.
Llevo exactamente un mes utilizándola y he podido lograr unos cuantos peces con la Fioretto. Sargos, obladas, arañas, vacas, escorpas y ¡hasta una raya! Pero los más destacable sin duda fue un mero, un pez de 40cm que quiso morder un pequeño RA Shad de 2” montado con una cabeza plomada OMTD T-Rock de 2,5g y anzuelo del #6 mientras buscaba peces más pequeños. La batalla fue de las más intensas que he podido disfrutar con el equipo de rockfishing, cuando el bicho picó y empezó a sacar hilo, en una zona con menos de 2m de profundidad tuve que agarrar la bobina del carrete con la mano, al intuir que era un mero, evitando que me enrocara. En el momento que me dio tregua apreté con la mano izquierda todo lo que pude girar el pomo del freno y bombeé hasta tenerlo a mis pies.

Detalle del mero de 40cm.

En definitiva, una muy buena caña con unas fantásticas prestaciones. ¡Me gusta!