Como
todos sabemos el Rockfishing se caracteriza, entre otras cosas, por la gran
variedad de especies que podemos capturar. Eso sin duda es un aliciente más de
ésta técnica y hace que muchos intentemos, en la medida de lo posible, ir “coleccionando”
especies.
Hace
poco tuve la oportunidad de capturar un pez que me parecía realmente difícil.
Ya lo había visto alguna que otra vez, pero nunca se interesó por mis señuelos.
Esto fue hasta que un día llegamos a una zona propicia para esta especie y al
clavar Fernando una serviolita apareció de repente el pez en cuestión a
observar el barullo que montaba el pez clavado y sus congéneres a su alrededor.
Nunca lo había visto tan claramente, de tan feo era bonito. Aun así no pensé en
la posibilidad de pescarlo.
El vinilo "ganador". Foto de David Sánchez. |
La preciosa cherna (P. americanus), la primera que pesco. |
Me
hizo una ilusión tremenda. Después de la pertinente foto, evidentemente, fue
devuelto al agua.
No
acabó ahí la cosa, y es que en otra deriva cerca de la boya David pudo capturar
otro, en este caso con un rubber jig artesanal. También una especie nueva para él.
David con su cherna (P. americanus). |
El pez piloto (N. ductor) de David. |
Incluso ese día, David, capturó otra especie nueva para su lista, un precioso pez piloto (Neucrates ductor).
Nos
percatamos de que bajo la boya había más chernas, pero a pesar de la
insistencia de Fernando fue imposible hacer picar otra.
El viento de cada vez arreciaba más y decidimos volver a puerto. Habíamos cumplido con creces la misión del día y ya poco más se podía hacer. Para rematar la jornadas pudimos disfrutar de un gran banco de delfines asomando su aleta fuera del agua y jugando con la barca.
El
Rockfishing no deja de sorprendernos, cada vez veo más claro que hay poquísimas
especies que no podamos capturar con artificial y a Rockfishing concretamente.
Seguramente las únicas, las que no están a nuestro alcance por profundidad. Sin
duda intentaremos seguir ampliando la lista de especies, y apostaría a que así
será.
Sam, yo creo que es la misma boya donde yo hace ya unos cuantos siglos saqué también mi primera y única cherna con un bucktail. Es un bicho precioso, fíjate que en cuanto crece se baja a los abismos y no vuelve a subir a la superficie jamás, si no es por culpa de algún pescador :-)
ResponderEliminarMuy probablemente sea la misma boya, Don Nicola. Muy interesante y curioso a la vez lo de este pez.
EliminarA ver si te arrimas otra vez por aquí, a pillar alguna otra cherna... o lo que sea! ;-)
Un abrazo!