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martes, 27 de diciembre de 2011

Thasis revolution

Hace ya unos años me hice con mi primer señuelo tipo “rubber”, pesaba 40g, claramente para spinning. Dio buenos resultados con las serviolitas, que era lo que tenía en mente al comprarlo. Pero con esos peces no se puede hacer realmente un test sobre la eficacia de un señuelo, puesto que estos carángidos cuando están por la labor se tiran a todo...
No insistí mucho más con ese señuelo y en consecuencia no capturé más especies con él...

Molix Thasis Jig 5g
Pero, al igual que sucede con otros tipos de señuelos, como los pequeños jigs, cuando reducimos el tamaño para adaptarlos al Rockfishing la cosa cambia.
He tenido la suerte de poder probar estos últimos días el Thasis Jig de Molix. Uno de estos jigs con cabeza de plomo y cuerpo a base de tiras de goma con dos anzuelos que la marca Italiana diseña en un montón de tamaños y pesos para cualquier situación. Concretamente cayeron en mis manos un par de 5g y otro par de 7g. Ideales para Rockfishing.
Me inspiraban mucho estos señuelos antes de probarlos...pero después de utilizarlos me he enamorado de ellos.

Araña con Molix Thasis Jig 7g
 Los resultados han sido demoledores, además en diferentes situaciones y escenarios. Primero tenté a las arañas, las cuales hicieron caso omiso de diferentes señuelos como jigs o minnows, lo curioso fue que al poner un Thasis de 7g a la grapa, al primer lance tuve una picada, clavé y después de una bonita lucha salió una araña de unos 40cm. Seguidamente conseguí arrancar varias picadas más sin materializarse en captura.
Al día siguiente, en el mismo escenario se repitieron los hechos, las arañas estaban más activas y fueron más fáciles de engañar. ¡Hasta salieron en superficie!
Después probé suerte en una zona con fondo rocoso. Lancé el Thasis de 7g color blanco cerca de una losa que sobresalía, donde el oleaje formaba una interesante espuma. Dejé hundir y empecé a recoger a tirones, a los pocos segundo noté una picada y clavé. Por la lucha intuía un espárido, probablemente una oblada o un sargo, hasta que al acercarse adiviné que se trataba de una chopa. ¡Mi primera chopa con artificial!

Chopa con Molix Thasis Jig 7g
Finalmente en la tercera jornada con estos señuelos me desplacé a una zona con fondo irregular de roca, de entre 2m y 5m de profundidad. Todo por ver cuanto daban de sí estos señuelos.
Había algo de mar de fondo y se formaba algún espumero prometedor. En los primeros lances varias picadas fallidas y persecuciones de sargos animaron la cosa. Al poco tiempo y otra vez con el Thasis de 7g blanco consigo clavar después de una bonita picada a media agua, en un paso entre dos rocas. La lucha fue dura a la par que bonita, poniendo a prueba el equipo, sobretodo la resistencia del trenzado de 2lb. Cuando se dejó ver ¡Se trataba de otra chopa! Esta vez bastante más grande que la del día anterior, tendría unos 40cm y había embocado perfectamente el engaño. Con la ayuda de las olas conseguí ponerla en seco. Sin duda una fantástica captura con el equipo de Rockfishing.

Chopa con Molix Thasis Jig 7g
No acabó ahí la cosa, y es que acabaron saliendo varios sargos de porte y algunas obladas, volviendo estos señuelos a marcar la diferencia.

Oblada con Molix Thasis Jig 5g
Sargo con Molix Thasis Jig 7g
Además de la múltiples ventajas de estos señuelos como la gran movilidad que tienen, lo que los hace muy realistas; o la dificultad para enganchar el fondo que le confiere su configuración de los anzuelos, el diseño de la cabeza y sus puntos donde atarlos los hacen únicos, ideados de forma muy inteligente.
Si lo atamos de la anilla que está en el extremo el señuelo se desenvolverá más rápidamente y obtendremos un movimiento nervioso. Si por lo contrario lo anudamos de la anilla central, la forma de la cabeza le conferirá al señuelo una resistencia hidrodinámica cual babero de un minnow, lo que hará que el señuelo se mueva en cada tirón que le propiciemos con un sugerente “zig-zag” como si de un paseante se tratara; y además, debido a dicha resistencia el señuelo se mantendrá más tiempo a mayor profundidad, ideal si buscamos peces bentónicos o de medias aguas. Todo un ejemplo de polivalencia.
De tener que elegir me decantaría por los de 7g, que frente a los de 5g nos proporcionan unos metros más de lance, a veces necesarios, y más en días en que sople algo de aire.

Palometón capturado con un Molix Thasis Jig de 7g.




Sin duda, toda una revolución que se resume en la polivalencia del señuelo. Una revolución en sólo tres jornadas.


3 comentarios:

  1. Muy buena idea Sam, esto del Rockfishing está cogiendo pie y la verdad es que a pesar del pequeño tamaño de los peces, resulta muy divertido. Ciao, Nicola

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  2. Buen aporte Sam, parece un señuelo muy bueno para este tipo de pesca.

    Saludos

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  3. Hola

    Bonitos señuelos ... seguro que tienen que ser mortales con tanta "pluma" ...

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